Hormigón con fibras de polipropileno

La presencia de fibra soporta a la mezcla homogénea y funciona como millones de puentes que distribuyen uniformemente los esfuerzos internos de retracción que tratan de separar la matriz.
Estas mismas fibras interceptan la propagación de las micro grietas y paralizan su crecimiento. Las fibras interrumpen la acción capilar de la humedad y por ende permiten un curado más lento.

Al mezclarse la fibra a una matriz de hormigón, la curva carga-deformación presenta un incremento en la capacidad de carga, así mismo, se mejora el post-agrietamiento permitiendo sostener cargas hasta valores altos de deformación, dando como resultado, mayor ductilidad en el elemento. En un hormigón sin fibras inicialmente la curva es lineal, luego se presenta un brusco descenso en la capacidad de carga, fallando súbitamente el material.

El incremento de resistencia a la fatiga (que tiene directa relación con la durabilidad), resistencia al impacto y reducción de la permeabilidad, contribuyen a una mayor duración del hormigón beneficiando a largo plazo los costos asociados por mantenimiento.

La distribución tridimensional de las mini-redes, conlleva directamente a la reducción en el agrietamiento del hormigón y consecuentemente a una modificación en su comportamiento; en efecto, en la fase retracción plástica se produce un gran número de micro grietas.

Cuando se somete el hormigón a un esfuerzo, las micro grietas van evolucionando haciéndose mayores y enlazándose unas con otras. Al continuar ejerciéndose la carga, algunas de estas grietas comienzan a hacerse inestables y a fallar traspasando el hormigón de un lado a otro, las fibras definitivamente interrumpen y estabilizan las micro grietas.

La resistencia al impacto (capacidad de absorber energía), como una forma de medir la degradación del hormigón resultante de una carga puntual, refleja las características de pegado de las fibras al mantener unidos los segmentos fracturados de un hormigón originalmente sano. Las modificaciones en la relación del concreto, la propiedad de ser químicamente inerte, (además de antialcalino y no corrosivo), y la reducción en el fraguado, permiten la aplicación de fibras de polipropileno en ambientes de ion cloruro.

ACABADO

Un hormigón con fibras se alisa y acaba como cualquier hormigón normal. No requiere de ninguna herramienta especial. La acción de la fibra, normalmente es reducir el asentamiento del hormigón en un 20% a 30%. Esto ocasiona una ilusión de requerimiento de agua adicional pero no deberá añadírsele agua.

Para el aumento de asentamiento, deberá usarse un superplastificante o un reductor de agua ya que la adición de agua resultaría en una baja de resistencia.

El acabado estético con fibras dependerá de la manera como se terminó el hormigón. En el hormigón estampado no se verá la fibra.

Si la losa es alisada a mano se verán algunas. Si se acaba con escoba se verán las fibras, pero hay que acercarse mucho. Como regla general la presencia de fibras sobre las superficies de hormigón es aceptable, sin embargo, de no permitirse éstas podrán ser removidas con fuego ligero (soplete).

EVITAR SU USO PARA:

El control de grietas resultante de las tensiones externas (estructural)

Aumentar el número del hormigón en pavimento o losas en pendientes.

Desarrollo de una resistencia estructural mayor.

La eliminación o reducción de torcimiento y/o escurrimiento plástico.

La justificación de una reducción en el tamaño de las columnas soportantes.

La reposición de cualquier momento o refuerzo de acero estructural.

La eliminación ilimitada de juntas de control.

El adelgazamiento de secciones de capas sobrepuestas unidas o sin unir.

Escuela Ingeniería en Construcción – UCV

Fuente: Luis Santalla