Fibras textiles

Están formadas por elementos de longitud muy superior a su diámetro, que se emplean para la fabricación de hilados.

La unión de muchas fibras textiles da origen a un hilo. A su vez, mediante hilos podemos formar los hilados o tejidos.

En el mercado existe una gran variedad de fibras textiles que se pueden clasificar en tres grandes grupos: naturales (que a su vez pueden ser de origen mineral, vegetal y animal), artificiales y sintéticas.

Fibras naturales de origen mineral

Se obtienen de minerales de estructura fibrosa. Solamente el amianto posee esta cualidad. Recientemente se ha comprobado que su manipulación provoca leucemias y cánceres, por lo que su uso está prohibido.

Existen otras fibras, que vamos a denominar fibras transformadas, entre las que se encuentran: la fibra de vidrio y las fibras de algunos metales.

Fibras naturales de origen vegetal

Formadas por diferentes flores, frutos o tallos vegetales. En nuestra cultura occidental las fibras naturales de origen vegetal más importantes son las de algodón, lino y esparto.

Fibras naturales de origen animal

Además de los pelos de diversas especies animales (oveja, camello, llama, conejo, etc.), también se emplean la seda y el cuero.

Fibras artificiales

El estudio de la forma de trabajo del gusano de seda animó al ser humano a la producción de filamentos que pudiesen ser incluso más resistentes, utilizando métodos análogos. El problema consistía, en líneas generales, en producir una masa capaz de pasar por una hilera, parecida a la del gusano de seda y que mantuviese, una vez secada, la forma de filamento.

Estas fibras se inventaron a finales del siglo XIX y se denominaron fibras artificiales para diferenciarlas de las fibras sintéticas, cuya materia prima procede de síntesis química.

Las fibras artificiales más importantes son las celulósicas (también conocidas con el nombre de rayones) y las proteínicas.

Fibras celulósicas

Se las conoce, también, con el nombre de rayones. Sus características son:

• La materia prima es la celulosa (materia vegetal de árboles o plantas), a la que se añaden distintos disolventes para dar origen a los distintos tipos de rayones.

• Tienen una gran resistencia en seco, pero no tanto cuando están húmedas.

• Son agradables al tacto. Normalmente suelen ir mezcladas con fibras natura- les y/o fibras sintéticas, para darles mayor resistencia mecánica.

Fibras proteínicas

Se utilizan menos que los rayones, aunque cuando se inventaron se les augura- ba un gran futuro. El proceso de fabricación consiste en disolver una proteína de origen animal o vegetal y luego formar filamentos.

Fibras sintéticas

Son las más utilizadas en la actualidad. Tienen la ventaja de ser muy resistentes a todo tipo de agentes externos, no necesitan casi planchado y la suciedad desaparece de ellas con facilidad. Su mayor inconveniente es que son poco higroscópicas (no absorben el sudor), por lo que en verano son muy calientes y en invierno muy frías.

Para solucionar estos problemas, normalmente se suelen mezclar con fibras naturales.